Esta vez amigos míos he decidido hacer una colección un poco macabra pero interesante por su valor histórico, que consiste de 36 réplicas o interpretaciones a escala 1/12 de instrumentos y aparatos de tortura que fueron empleados en la era medieval. Aunque muchos fueron utilizados durante la inquisición Española, cada uno de ellos procede de partes distintas de Europa y otras partes del mundo, algunos de ellos habiendo sido ideados mucho antes de la Edad Media.
Esta colección se divide en cuatro partes:
1. Métodos usados para el tormento, castigo o humillación pública:
Caldero para agua hirviendo
Caldero para brasas
El cepo
La cigüeña
Cinturón de castidad
La flauta del alborotador
Grilletes
Madero para la fustigación
Máscaras de tortura
La picota en tonel
Quebranta rodillas
La silla de interrogatorio
Tenedor del hereje
2. Instrumentos de tortura y pena capital:
Aplastacabezas
El burro español
Cinturón de San Erasmo
Collar de púas punitivo
La cuna de Judas
La doncella de hierro
Garrote vil
La hoguera
La jaula
El péndulo
El potro
Rueda de brasas
Rueda quebrantahuesos
La sierra
El toro de Falaris
3. Métodos de pena capital empleados para dar una muerte rápida o fácil:
La guillotina
El hacha del verdugo
La horca
4. Otras piezas relacionadas:
Banco para instrumentos
El carro de los reos
Muestra aplique antorcha
Tablero de instrumentos de tortura
El trono del inquisidor
Todas las piezas vienen acompañadas por una breve explicación del uso y propósito designado a cada artefacto, alguna información proviene directamente de Wikipedia y otra de otras fuentes variadas. También incluimos algunos grabados e imágenes rebuscadas en la web que representan el instrumento en cuestión y el uso otorgado a éste. Dos muñequitos articulados de madera que andaban por casa han querido participar en las demostraciones y se lo hemos permitido donde hemos podido… más que nada para otorgarles un momento de fama además de un propósito útil. Con esto ya han demostrado ser buenos ayudantes y ha sido aceptados e integrados en nuestro minimundo como los “Bill y Ben” nuestros dummies de prueba.
Recomiendo a los escrupulosos del tema de la tortura y a los delicados del estómago que se abstengan de leer todos los detalles.
Sin embargo, si además de ser aficionado a las miniaturas eres también amante de la historia y sientes curiosidad por las prácticas de la Edad Media, os garantizamos un momento entretenido.
Descripciónes
1. Métodos usados para el tormento, castigo o humillación pública:
Caldero para agua hirviendo: Existían formas de tortura en las que se empleaban agua, aceite o pez hirviendo para infligir dolor a la víctima.
Caldero para brasas: Se utilizaban hierros calientes para marcar algunos condenados con letras o símbolos que especificaban el delito cometido por éste.
El cepo: La víctima con las manos y los pies aprisionados en las aberturas era expuesta en la plaza al público a mano de los cuales sufrían golpes, embadurnamiento de heces y orina, quemaduras, mutilaciones, etc.
La cigüeña: Un aparato hecho de hierro que sujetaba al condenado por el cuello, manos y tobillos, y que lo sometía a una posición incómoda provocando calambres en los músculos rectales y abdominales y a las pocas horas de todo el cuerpo. Mientras se sufrían los terribles dolores el condenado podía ser quemado, mutilado o golpeado.
Cinturón de castidad: Un cinturón o braga de hierro, cerrable con llave, que supuestamente se obligaba usar a algunas mujeres en la Edad Media para asegurar su fidelidad mientras los maridos iban a luchar a las Cruzadas. Ni que decir que estas mujeres sufrían lo suyo llevando puesto este aparato, ya que de llevarlo más de unas horas, el roce del hierro producía heridas e infecciones que podían causar la muerte.
La flauta del alborotador: Un instrumento que utilizaban los verdugos de la Santa inquisición para casos de blasfemia. Se solía usar de forma pública. El collar se cerraba por detrás el cuello y los dedos eran colocados entre las barras de hierro, que eran apretadas por el verdugo a voluntad, llegando a todo tipo de heridas en los dedos, hasta el aplastamiento de carne, huesos y articulaciones.
Grilletes: Los grilletes ya se empleaban en la época antigua por los egipcios. En épocas medievales se utilizaban en las mazmorras para tener colgados de brazos o muñecas a los presos. Las víctimas podían permanecer de esta manera durante tiempo indefinido, provocando inmensos dolores, calambres y luxaciones, con la eventual invalidez total de las extremidades.
Madero para la fustigación: La fustigación consistía en azotar a la víctima con una fusta o vara, era un castigo extendido en la mayoría de los ejércitos, desde la Antigüedad hasta la Revolución francesa. Se aplicaba en caso de las penas consideradas graves, como podía ser la deserción o el robo.
Máscaras de tortura: Utilizadas con quienes manifestaban su descontento hacia el orden, mayormente mujeres consideradas “conflictivas” por su cansancio a la esclavitud doméstica. Muchas máscaras incorporaban piezas bucales de hierro, algunas de éstas mutilaban permanentemente la lengua con púas afiladas y hojas cortantes. Las víctimas eran encerradas en las máscaras y expuestas en la plaza públicas donde eran maltratadas por la muchedumbre, siendo untadas con orina y excrementos y recibiendo golpes y heridas graves.
La picota en tonel: Era una especie de vergüenza pública infligida sobre todo a los borrachos. Había dos tipos de "picotas en tonel": las de fondo cerrado, en las que la víctima se colocaba dentro, con orines y estiércol o simplemente con agua putrefacta, y las abiertas para que las víctimas caminasen con ellas a cuestas por las calles de la ciudad, produciéndoles un gran dolor debido a su gran peso.
Quebranta rodillas: Usado para lacerar los brazos y las piernas y a menudo aplicado a la rodilla y al codo, dejando estas articulaciones destrozadas.
La silla de interrogatorio: Esta silla, que se utilizaba para sacar confesiones a su víctima, estaba provista de pinchos de hierro que sobresalían del asiento, posa brazos y piernas y abrazaderas que sujetaban las manos, los pies y el torso. El efecto de de estos sobre la víctima, siempre desnuda, hacía que esta sufriera atrozmente desde el primer instante del interrogatorio, que podía ser más intenso si se aplicaban sacudidas o golpes en brazos, piernas u otras partes del cuerpo. El asiento era muchas veces de hierro, de manera que se podía calentar con un brasero o una antorcha.
Tenedor del hereje: Un dispositivo de hierro con un tenedor de dos puntas a cada extremo que se amarraba al cuello del hereje. Un extremo era presionado bajo la barbilla y el otro en el esternón, inmovilizando la cabeza con la extensión total del cuello causando gran dolor. Las cuatro afiladas puntas alojadas bajo la barbilla y el esternón estaban diseñadas para permitir a la victima suficiente rango de movimiento en su boca como para murmurar una confesión.
2. Instrumentos de tortura y pena capital:
Aplastacabezas: Este instrumento estaba compuesto por un casco finalizado en un torno con una manivela. La barbilla de la víctima se colocaba en la barra inferior y el casco era empujado hacia abajo por el torniquete, provocándole la ruptura de los dientes, el quebranto de la mandíbula y de los huesos del cráneo y finalmente el aplastamiento de su cerebro.
El burro (o potro) español: Aparato destinado a las brujas o mujeres acusadas de haber sido poseídas por el demonio. Éstas eran montadas sobre el potro con las piernas separadas y pesas en los pies de modo que la arista cortante penetraba la vagina causando heridas mortales. De este modo la victima agonizaba hasta morir desangrado por las púas que había colocadas en el lomo del aparato.
Cinturón de San Erasmo: Consiste en un collar, cinturón o brazalete provisto de pinchos en la cara interior. Con cada pequeño movimiento (incluso la respiración) el collar araña e hiere la carne del reo.
Collar de púas punitivo: Un aparato provisto de pinchos que se cerraba en el cuello de la víctima, provocando una erosión en la carne del cuello hasta el hueso y produciendo así una gangrena progresiva que conducía la víctima hasta la muerte.
La cuna de Judas: Consistía en atar a la víctima de las muñecas y elevarla, para luego dejarla caer sobre una pirámide muy puntiaguda para que con su propio peso se le clavara en el ano, escroto o vagina. La operación se repetía sucesivamente hasta que el condenado hablara o muriera.
La doncella de hierro: Era una especie de sarcófago provisto de estacas metálicas en su interior. La víctima era colocada dentro del sarcófago y las puertas eran cerradas lentamente para que las puntas de los clavos pudiesen penetrar en los brazos y piernas en varios puntos, además de otras muchas partes de su cuerpo como pueden ser el pecho, los hombros o los ojos, pero sin llegar a matarla directamente; aunque esto le causaba un gran dolor durante un par de días hasta que finalmente moría.
Garrote vil: Era un método de ejecución que consistía en un aro de hierro, que se amarraba a la victima por el cuello, sujetándola contra un poste fijo. La garganta era oprimida hasta conseguir la estrangulación mientras que un tornillo muy largo penetraba la parte trasera del cuello rompiendo las vértebras y por tanto, la espina dorsal, causando la muerte.
La hoguera: La hoguera se utilizó en la Edad Media como pena de muerte en casos de brujería, hechicería, falsificación de moneda, sodomía, herejías y crímenes contra los reyes.
La jaula colgante: Existían de varios tipos y tamaños, armazones metálicos que quedaban suspendidos en el aire por un cable. Formaban parte de los ayuntamientos, palacios y cortes de justicia de las ciudades europeas. Se empleaba cuando el pueblo requería justicia sobre algún hecho que hubiera conmovido a toda la comunidad. La víctima, semidesnuda, que quedaba condenada a morir de inanición, tenía que soportar las inclemencias del tiempo; otras veces, eran las gentes del pueblo los que, entre otras cosas, los apedreaban.
El péndulo: Se dice que durante la Inquisición Española algunas veces se utilizaba la tortura del péndulo para extraer confesiones. La víctima estaría tumbada debajo de la hoja mientras esta oscilaba de un lado a otro, bajando lentamente y produciendo cortes en el cuerpo de la víctima cada vez más profundos hasta llegar al corazón, sólo siendo el detenido el instrumento cuando el reo decidía confesar. No existe mucha información sobre este aparato por lo que solo se puede especular sobre el mecanismo que lo hacía funcionar o incluso sobre si en realidad sólo fue producto de la fantasía de un escritor llamado Edgar Allen Poe, por lo tanto el mecanismo de mi versión del péndulo es fruto de mi ingenio.
El potro: Un instrumento de tortura en el que la víctima, atada de pies y manos con unas cuerdas o cintas de cuero a los dos extremos, era estirada lentamente produciéndole la luxación de todas las articulaciones. Este ejemplo incluía pinchos que desgarraban la carne durante el proceso del estiramiento.
Rueda de brasas: Existían varios tipos de rueda para la tortura. En la rueda fija, de amplia circunferencia, se ataba a la víctima disponiéndola sobre la superficie de la rueda. Ésta era girada lentamente sobre un brasero encendido o una hoguera por la acción de una manivela para quemar viva la víctima. Existían también con pinchos que desgarraban la carne a su vez.
Rueda quebrantahuesos: El reo se ataba desnudo a la rueda, de pies manos y cuello; mientras que el verdugo le rompía los huesos de sus miembros, pudiendo aderezarla con hierros candentes, cortes, mutilaciones y algunas cosas más. También era habitual, colocar un miembro de la víctima o todo el cuerpo, entre los radios de la rueda y hacerla girar, quebrantándole los huesos con cuidado de no matarle pues como remate se dejaba al reo atado en la rueda a la intemperie a merced de los animales carroñeros.
La sierra: Para mantener a la víctima consciente el mayor tiempo posible, además de evitar que se desangrase antes de tiempo, le colgaban boca abajo, de forma que su cerebro estuviera bien irrigado. Mientras, el verdugo comenzaba a serrar al condenado desde el ano o los genitales verticalmente hacia el abdomen, de tal forma que no perdía el conocimiento hasta que la sierra llegaba al ombligo y algunas veces hasta al pecho.
El toro de Falaris: Un artefacto cuyo nombre se atribuye al llevaba su nombre; Falaris, un tirano siciliano que murió en el año 554 a.C. Utilizó el toro para eliminar a sus opositores y luego éste fue adoptado por la Inquisición española. La tortura consistía en introducir al hereje dentro de una efigie de bronce hueca con forma de toro colocada encima de una hoguera quemándolos vivos. Los alaridos y los gritos de las víctimas salían por la boca del toro, haciendo parecer que la figura mugía. La leyenda cuenta que su diseñador, Perilo, murió al ser introducido en su propia creación por los subordinados de Falaris cuando le presentó el instrumento.
3. Métodos de pena capital empleados para dar una muerte rápida o fácil:
La guillotina: Este instrumento a pesar de haber cobrado fama durante la revolución francesa, ya fue utilizada en el siglo XIV en Escocia para dar muerte rápida a los nobles. Fue adoptado más tarde por el médico francés Joseph Ignace Guillotin, que en 1789 impuso una ley que exigía que todas las ejecuciones, tanto de nobles como plebeyos se realizaran de forma rápida e indolora sin importar su condición social. Así, la guillotina además de ser símbolo de la Revolución francesa, también se convirtió en símbolo de la igualdad.
El hacha del verdugo: En lo que se refiere al resto de Europa en la que seguía vigente la tortura para los plebeyos, el uso tanto del hacha como de la espada del verdugo con fin de producir una muerte rápida fueron destinados solamente a la clase alta.
La horca: Uno de los instrumentos más utilizados en la era medieval para ejecutar a los reos y más conocidos de la historia, y siendo así, creo que prescinde de descripciones. Existían diferentes formas de ahorcamiento, la versión más conocida es la de la trampilla y es la que menos dolor infringía pues al abrirse ésta, la víctima caía y su propio peso le provocaba la rotura del cuello quedando éste ya inconsciente. Otra forma más cruel y dolorosa era la de alzar el cuerpo de la victima lentamente por la soga atada al cuello hasta que moría de asfixia.
4. Otros:
Banco para instrumentos: Un banco que se colocaba delante del prisionero con las herramientas e instrumentos que se iban a emplear en su tortura. Esto era una forma de pre-tortura psicológica ya que la víctima ya sabía de antemano cuál tortura estaba a punto de sufrir.
Muestra aplique antorcha: Un extra que no puede faltar en una mazmorra de tortura. Además de servir para iluminar la oscuridad y encender hogueras, serían muy útiles para el tormento de los prisioneros.
Tablero de instrumentos de tortura: Un tablero para tener a mano los instrumentos a emplear en la tortura. Éste tablero sostiene herramientas de fustigación tales como un látigo de cuero, un látigo de cuerdas y otros de cadenas y pinchos, la garra de gato que se usaba para desgarrar la piel, un hacha, varias lanzas, objetos cortantes y otros punzantes y por último un mazo rompe-huesos.
El trono del inquisidor: O Silla del Justiciero. Durante la inquisición Española el inquisidor se postraba en una silla o trono desde el cual interrogaba al prisionero y dictaba sentencia.
Os podríamos contar muchas más cosas sobre estos instrumentos y sus espeluznantes utilidades en la Edad Media, pero hemos querido ser dentro de lo que cabe, lo más breve posible.
Para finalizar sólo puedo dar homenaje a mi pareja Anna que ha sido quien ha dedicado su tiempo a investigar la historia de estos instrumentos para poder daros la descripción de cada uno de ellos, a menudo pasándolo francamente mal por disponer de una mente muy imaginativa.
Gracias por vuestra atención y hasta la próxima!
9 comentarios:
Por Dios Paco . Me has puesto los pelos de punta . Que bestias que eran nuestros antepasados . Pobre del que caiera mal a un inquisidor .Aun que no me gusten estas cosas , tengo que decirte que te han quedado geniales . Parece que los este viendo funcionando . UY UY UY .
Eres un artistazo .
Besos
Pero, pero, pero... ¿a ti qué te han hecho los pobres muñecos de las miniaturas, que ahora quieres torturarlos?
Un trabajo espléndido, como siempre. Da un poco de mal rollito, pero espléndido.
Un trabajo admirable y.... macabro ¡uf, que horror!!!!. Enhorabuena. Un saludo, Eva
Excepcional Paco, un gran trabajo el tuyo por supuesto y el de Anna, siempre en la sombra, pero creo que no por ello desmerecido. Formais un gran equipo y sois geniales los dos. Tengo que decir que al natural es mucho mejor ver estas piezas y yo tuve la gran suerte de ver muchas de ellas, las fotos no le hacen justicia.
Besotes enormes.
El tema...uff pero reconozco que el trabajo de las miniaturas es increíble y fantástico!!
Besitos
Que buen trabajo!! Parecen reales todos, me quito el sombrero. Estupenda también las investigación, tan interesante como espeluznante!!! Que bestias!!!
Estupendo trabajo, el nivel de realismo como siempre fantástico, una obra de museo sin duda, y al verlas en mano aun resultan mejores, un saludo desde la oscuridad.
Genial en cuanto a documentación, pero lo impresionante de estas "máquinas" es verlas en directo, y sobre todo Ver cómo funcionan... otro magnífico trabajo! Besos
Une horreur !!! mais quel travail fantastique en miniature
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